Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria
La Unidad de Trastornos del comportamiento alimentario (TCA) del Hospital Ruber Internacional cuenta con amplia experiencia en el tratamiento de todas las patologías agrupadas en este ámbito, entre las que destacan la anorexia nerviosa y la bulimia, problemas cada vez más frecuentes entre la población juvenil. Disponemos de los recursos humanos y estructurales necesarios para poder abordar con eficacia este tipo de trastornos (equipo multidisciplinar, consultas externas, ingresos hospitalarios, hospital de día, terapia en módulos grupales con pacientes y padres, etc…).
Existen diferentes tipos de tratamiento según intensidad: hospitalización, hospitalización domiciliaria y tratamiento en consultas externas
El tratamiento se realiza por un grupo multidisciplinar experto en TCA, formado por tres pediatras especialistas en TCA, dos psiquiatras, varios psicólogos y una nutricionista, que intervienen en función de las necesidades de cada paciente.
La Anorexia Nerviosa (AN) y la Bulimia Nerviosa (BN) se caracterizan por ser alteraciones en la conducta alimentaria relacionadas con el miedo a ganar peso y con la distorsión de la imagen corporal. Suelen estar acompañadas de cambios psicológicos y de una alteración en la percepción del ciclo hambre-saciedad.
La AN se caracteriza por la negativa a mantener un peso mínimo normal que conduce a una malnutrición progresiva y rasgos psicopatológicos peculiares. Se puede dividir en dos subtipos: 1) restrictivo, para conseguir perder peso restringen de forma muy importante la ingesta de alimentos; y 2) purgativo, en el que hay periodos de ingesta que son compensados por el vómito autoinducido, laxantes o diuréticos y/o ejercicio excesivo.
El perfil del paciente con AN es una mujer, adolescente, delgada, preocupada por la imagen corporal y la comida. Los rasgos de personalidad más frecuentes son: 1) muy perfeccionistas en todo lo que hacen, con un gran nivel de autoexigencia; 2) negación del hambre; 3) inmadurez afectiva y en las relaciones de pareja; 4) fuerte dependencia de su entorno; y 5) aislamiento social. Es frecuente la asociación con otros trastornos psiquiátricos, como el comportamiento obsesivo-compulsivo, la dificultad para expresar emociones, la depresión y la distimia.
La BN se caracteriza por episodios frecuentes de ingesta excesiva de comida (hasta 10 veces el aporte calórico de un día en un solo atracón) en un corto periodo de tiempo, seguida de conductas compensatorias (purgativas como el vómito o no purgativas como el ejercicio excesivo) para contrarrestar el aporte calórico extra. El “atracón” es vivido con gran ansiedad y se prepara de forma minuciosa, eligiendo alimentos de alto poder calórico, fáciles de ingerir y de vomitar. Tras el “atracón” tienen una gran angustia y frustración por la pérdida del autocontrol; estos episodios están asociados a situaciones de estrés o conflictos emocionales.
El perfil del paciente con BN es una mujer, adolescente, con peso normal o sobrepeso y con baja autoestima. Tienen una preocupación excesiva por la alimentación, suelen tener ciclos de dietas extremas y ayuno a lo largo de su vida, no suelen comer en público y suelen hacer una actividad física irregular, al igual que la alimentación “en atracones”. Es muy frecuente que hayan consultado al médico por otras patologías, como la ansiedad, la depresión, problemas de fertilidad, estreñimiento, fatiga, palpitaciones, ansiedad, problemas de personalidad, problemas de pareja o abuso de sustancias, sin que el paciente confiese la presencia de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).
Trastornos no especificados o atípicos (TCANE): aquellos que no cumplen los criterios establecidos para clasificarlos como AN o BN según el DSM IV-TR.
Objetivos del tratamiento
- Tratar las complicaciones físicas
- Restaurar y mantener un peso saludable
- Reducir y eliminar las restricciones, los atracones y las purgas
- Educar en hábitos de vida: una alimentación sana, equilibrada y en la realización de ejercicio no excesivo
- Aumentar la motivación del paciente para que coopere en el tratamiento
- Ayudar a los pacientes a reevaluar y cambiar los principales pensamientos y actitudes disfuncionales: formación de una identidad, alteración de la imagen corporal, alteraciones del desarrollo, fomentar una autoestima que no esté centrada en el peso y en la imagen, regulación del afecto, dificultades sexuales, disfunción familiar, estilos de afrontamiento…
- El tratamiento de trastornos psiquiátricos asociados: depresión, distimia, TOC, la regulación de los impulsos y los factores que contribuyen a una baja autoestima
- Obtener el apoyo de la familia y proporcionar asesoramiento a esta. Conseguir su colaboración es imprescindible para el éxito de la terapia
- Prevenir las recaídas