¿Los padres resisten la prueba de los ‘treses’?

Publicado el 22 de ago. de 2014

Madrid, 22 ago (efesalud.com). El doctor José Casas Rivero, nos recibe en su consulta pediátrica del Hospital Universitario La Paz para hablarnos del cólico del lactante: «Un llanto inconsolable del bebé de origen desconocido, acompañado de manoteos enérgicos al aire, que aflige a los padres de tal manera que los fuerza a acudir al médico con urgencia».

Para el Dr. Casas «no hay mamá o papá alguno que sea capaz de aguantar a su bebé llorando tres horas al día, tres días a la semana, durante al menos tres semanas, para que se cumplan los criterios diagnósticos necesarios y puedan pedir una consulta a su pediatra», afirma.

La definición de cólico del lactante data de los años 50 y se basa en la regla de estos tres treses, aunque la terminología científica está cambiando de nombre y se ha propuesto que se denomine «llanto excesivo primario», trastorno típico de los primeros meses de vida y «uno de los motivos de consulta más frecuente en la consulta pediátrica», dice.

Pero los médicos desconocen con exactitud cuáles son las causas del cólico del lactante y «desgraciadamente no se disponen de herramientas eficaces para aliviar al bebé», reconoce José Casas, quien apunta algunos remedios.

«La simeticona -agente antiflatulento que se utiliza para las molestias abdominales ocasionadas por exceso de gases- parece que tiene cierta utilidad; las infusiones o los anises de la abuela, los de toda la vida; los masajes abdominales; e incluso la prevención de las alergias a la leche de vaca con la toma de leches hidrolizadas o leches especiales».

Estos recursos, posiblemente son útiles en el tratamiento de aquellos bebés que tienen ciertas intolerancias digestivas, pero no en todos ellos.

«La investigación está dando ciertas esperanzas -reflexiona-. Parece que estos niños tienen una flora bacteriana intestinal que es distinta a los bebés asintomáticos. La utilización de alimentos probióticos -microorganismos vivos añadidos que permanencen activos en el intestino- normalizan esta flora y ofrecen cierta esperanza en calmar este tipo de llanto inconsolable», apunta.

Para el pediatra José Casas Rivero, «la utilización juiciosa de las pocas cosas de las que disponemos: los anises, los masajes, el cambio de leche, los probióticos según las investigaciones recientes, y sobre todo ser conscientes de que es una situación transitoria, que al cabo de unos meses va a desaparecer, ayudará a que los padres puedan estar más tranquilos y consolar a su hijo».

Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca: http://goo.gl/hjl8Th