Crecimiento y Pubertad
Seguimiento de:
- Crecimiento normal, hipocrecimiento o hipercrecimiento
- Talla baja y talla alta
- Pubertad normal, retrasada o precoz y adelantada
El crecimiento en los niños
El crecimiento es el proceso biológico más característico de la infancia. No representa solo un incremento del tamaño del cuerpo, sino que conlleva una maduración progresiva de todos los órganos y sistemas que conduce al individuo a adquirir una capacidad funcional completa. Es fundamental un adecuado seguimiento del crecimiento
¿De qué depende la talla final que alcanzará un niño?
La talla es un rasgo hereditario y, por consiguiente, está determinada genéticamente. Los factores ambientales, como la nutrición o las enfermedades que haya sufrido o sufra pueden, entre otros muchos, modificar la talla final y el ritmo madurativo genéticamente establecidos.
La valoración del crecimiento es un indicador muy sensible de su estado de salud y bienestar, y constituya una parte importante del control y seguimiento del niño por parte de su pediatra.
Las enfermedades agudas (catarros, gastroenteritis, infecciones urinarias…), salvo que sean muy reiterativas y se sucedan a lo largo de meses o años, no suelen alterar el crecimiento. Por el contrario, las enfermedades crónicas sí pueden hacerlo.
Los cambios durante la adolescencia
La adolescencia es el periodo de la vida que va desde que empieza la maduración sexual (la pubertad) hasta la edad adulta. Durante esta etapa se producen cambios físicos y psicológicos, emocionales y sociales, todos ellos orientados a la adquisición de una identidad propia y a la preparación para la vida adulta.
¿Qué es la pubertad?
La pubertad es el periodo en el que el cuerpo del niño cambia para convertirse en adulto. Es la fase final del crecimiento del niño, cuando alcanza la talla adulta y la madurez psicosocial y reproductiva.
Comienza cuando aparecen los caracteres sexuales secundarios: aparición y desarrollo de la mama en las chicas, y aumento del volumen testicular en los chicos, precedidos por la aparición del vello genital y en otras regiones. Empiezan a crecer más deprisa y el cuerpo cambia. También se producen cambios psicológicos y emocionales hasta que, al final, se alcanza la madurez.
Durante esta época se produce un gran crecimiento, el llamado “estirón”. Durante dos a cuatro años, los adolescentes ganan el 25% de la talla que tendrán de adultos y el 40% del peso de adultos. Los principales órganos del cuerpo, como el corazón, el riñón o el hígado doblan su tamaño.