Cambios hormonales en la adolescencia: cómo afectan al ánimo, al sueño y la conducta
La adolescencia es una etapa fascinante y compleja. Entre los 10 y los 18-21 años, el cuerpo y el cerebro de los jóvenes atraviesan transformaciones profundas que marcan su desarrollo hacia la vida adulta. Es lo más parecido a una metamorfosis. Detrás de muchos de estos cambios se encuentran las hormonas, unas sustancias que actúan como mensajeros químicos y que influyen no solo en el crecimiento físico, sino también en el estado de ánimo, el sueño y la conducta.
Según MedlinePlus, las hormonas son esenciales para el desarrollo sexual, el metabolismo, el crecimiento y el equilibrio emocional. Comprender los cambios hormonales en la adolescencia permite a padres y educadores acompañar mejor a los jóvenes, detectar alteraciones a tiempo y fomentar hábitos saludables que favorezcan su bienestar integral.

Qué son los cambios hormonales en la adolescencia
Las hormonas son sustancias producidas por las glándulas endocrinas que circulan por la sangre y regulan numerosas funciones corporales. En la adolescencia, en el cerebro se activa el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, desencadenando una cascada hormonal que estimula el crecimiento, la maduración sexual y el desarrollo emocional. En esta etapa, las gónadas, los testículos y los ovarios, comienzan a producir estrógenos, testosterona y progesterona, mientras que otras, como la tiroides o las suprarrenales, también ajustan su funcionamiento para adaptarse a las nuevas necesidades del organismo. Estos cambios hormonales en la adolescencia no ocurren de un día para otro, sino que se desarrollan progresivamente. Algunos adolescentes comienzan antes o después, y sus reacciones físicas y emocionales varían según factores genéticos, nutricionales y ambientales.
Principales hormonas implicadas
Durante la pubertad, el cuerpo produce una combinación de hormonas que actúan sobre distintos sistemas del organismo. Las más conocidas son:
- Hormona del crecimiento (GH): estimula el aumento de estatura, masa muscular y desarrollo óseo.
- Hormonas sexuales (estrógenos y testosterona): responsables de los cambios físicos como el vello corporal, la voz más grave, el aumento del pecho o la menstruación.
- Progesterona: regula el ciclo menstrual y el equilibrio hormonal en las mujeres.
- Cortisol: hormona del estrés, que puede afectar al sueño, al estado de ánimo y a la concentración.
- Melatonina: regula el ritmo del sueño y suele alterarse durante la adolescencia, provocando cambios en los patrones de descanso.
Estas hormonas junto a otras trabajan de forma coordinada, pero cuando sus niveles varían bruscamente —algo habitual en esta etapa— pueden influir en la conducta, la vitalidad y el bienestar emocional.
Cómo afectan los cambios hormonales en la adolescencia al estado de ánimo
Uno de los efectos más visibles de los cambios hormonales en la adolescencia es la variabilidad emocional. Es normal que los adolescentes experimenten altibajos de humor, irritabilidad o sensibilidad ante situaciones cotidianas. Las fluctuaciones de estrógenos, testosterona y cortisol pueden provocar:
- Cambios repentinos de ánimo.
- Mayor sensibilidad ante la crítica.
- Episodios de frustración o tristeza.
- Necesidad de independencia y búsqueda de identidad.
Estos procesos forman parte del desarrollo emocional, pero también pueden significar síntomas de ansiedad o depresión si se prolongan o afectan a la vida diaria. En esos casos, es importante consultar con un especialista. En la Unidad de Pediatría y Medicina de la Adolescencia, del que forman parte profesionales de pediatría, psiquiatría y psicología infantil y juvenil, el acompañamiento profesional ayuda a distinguir entre cambios normales y síntomas de alarma.
La influencia hormonal en el sueño adolescente
El sueño es uno de los aspectos más afectados por los cambios hormonales en la adolescencia. Durante la pubertad, el reloj biológico se desplaza: la secreción de melatonina —la hormona que induce el sueño— se retrasa, lo que hace que los adolescentes tiendan a dormirse y despertarse más tarde de forma fisiológica. Además, el uso de pantallas y la exposición a la luz azul empeoran ese retraso, generando falta de descanso y somnolencia diurna. La melatonina y el cortisol actúan de manera opuesta: mientras la primera promueve el sueño, el segundo estimula la alerta. Por ello, el estrés académico o las preocupaciones sociales pueden alterar el descanso. Dormir menos de lo necesario (8-10 horas, según necesidades personales) afecta a la memoria, a la concentración y a la regulación emocional. En la Unidad de Medicina de la Adolescencia, los especialistas abordan de manera integral estos trastornos, realizando un abordaje integral del sueño del adolescente, combinando pautas de higiene del sueño con tratamiento médico cuando fuera necesario.
Cambios hormonales y conducta: impulsividad, motivación y relaciones sociales
Las hormonas también influyen en el comportamiento. La testosterona, por ejemplo, puede aumentar la impulsividad o la necesidad de asumir riesgos, mientras que los estrógenos están relacionados con la empatía y la sensibilidad emocional. Durante este periodo, el cerebro adolescente aún está en desarrollo, especialmente el córtex prefrontal, encargado del control de impulsos y la toma de decisiones. Es decir, el conductor de nuestro cerebro está en formación. Esta combinación de alta carga hormonal y maduración cerebral en curso explica muchos comportamientos típicos:
- Reacciones intensas ante la frustración.
- Búsqueda de aprobación social.
- Curiosidad por nuevas experiencias.
- Dificultad para planificar o prever consecuencias.
Lejos de ser un problema, estas actitudes son parte del proceso de aprendizaje y consolidación de la identidad. Sin embargo, cuando los cambios hormonales generan alteraciones importantes en la conducta, puede ser recomendable una valoración médica o psicológica.
Alimentación y ejercicio: aliados del equilibrio hormonal
Una dieta equilibrada y el ejercicio regular pueden ayudar a mantener la estabilidad durante los cambios hormonales en la adolescencia. El cuerpo necesita nutrientes adecuados para producir y regular las hormonas correctamente.
Recomendaciones básicas para la alimentación:
- Dieta equilibrada, que incluya frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, pescado, carnes, huevos y leche.
- Evitar el exceso de azúcares refinados y ultraprocesados.
- Mantener una correcta hidratación.
- Practicar actividad física moderada diaria.
El ejercicio mejora la secreción de endorfinas, reduce el estrés y favorece la calidad del sueño. En la Unidad de Medicina de la Adolescencia, el pediatra, endocrino y nutricionista infanto-juvenil, ofrece orientación personalizada para establecer hábitos saludables adaptados a cada edad.

Cuándo consultar al especialista
Aunque los cambios hormonales en la adolescencia son naturales, hay señales que pueden indicar la necesidad de una valoración médica:
- Pubertad muy precoz (antes de los 8 años en niñas o 9 en niños). Se considera pubertad precoz si la niña comienza con botón mamario o en el niño aumenta el volumen testicular > 4 ml.
- Retraso en el desarrollo físico o ausencia de cambios tras los 14 años.
- Cambios bruscos de peso sin causa aparente.
- Alteraciones menstruales persistentes.
- Trastornos del sueño o del estado de ánimo prolongados.
En Pediatría del hospital Ruber Internacional, el abordaje de la adolescencia es integral y coordinado. El equipo de pediatría, endocrinología y psicología trabaja de forma conjunta para acompañar a cada joven en su desarrollo físico y emocional.

Opinión de una madre
«Mi hijo comenzó la adolescencia con muchos altibajos emocionales. Dormía mal, estaba más irritable y nos costaba entender qué le pasaba. En la Unidad de Adolescencia de Ruber Internacional nos ayudaron a comprender que eran cambios hormonales normales, pero también nos enseñaron pautas para mejorar su descanso y comunicación. Hoy lo vemos más tranquilo y seguro de sí mismo.» — Madre de paciente de 14 años.
Preguntas frecuentes sobre los cambios hormonales en la adolescencia
¿A qué edad comienzan los cambios hormonales en la adolescencia?
Generalmente entre los 10 y los 12 años en las niñas, y entre los 11 y 13 en los niños, aunque puede variar según factores genéticos y ambientales.
¿Por qué los adolescentes tienen cambios de humor tan frecuentes?
Las fluctuaciones hormonales afectan la serotonina y otras sustancias del cerebro, provocando variaciones emocionales que son parte del desarrollo normal.
¿Los cambios hormonales pueden causar acné?
Sí. El aumento de testosterona estimula las glándulas sebáceas, lo que puede generar obstrucciones y aparición de granos o acné.
¿Es normal que cambien los horarios de sueño?
Sí, la melatonina se libera más tarde, haciendo que los adolescentes tiendan a acostarse y despertarse más tarde.
¿Cuánto duran los cambios hormonales?
El proceso puede extenderse entre 5 y 8 años, dependiendo del ritmo madurativo individual.
¿Las hormonas afectan la memoria y la concentración?
Sí. Los cambios hormonales pueden alterar la atención y la memoria a corto plazo, aunque suelen mejorar con el tiempo.
¿Qué alimentos ayudan al equilibrio hormonal?
Una dieta rica en frutas, verduras, pescado, legumbres, frutos secos y cereales integrales favorece la producción equilibrada de hormonas.
¿Cuándo es necesario acudir al médico o al endocrinólogo?
Si existen alteraciones en el crecimiento, irregularidades menstruales o síntomas emocionales persistentes que afecten a la vida diaria.
Acompañar los cambios con empatía y orientación profesional
La adolescencia no es una tormenta, sino una transformación. Comprender los cambios hormonales en la adolescencia ayuda a las familias a entender ese proceso, a ofrecer apoyo adecuado a su hijo y darle la orientación adecuada… y a tener paciencia en esa metamorfosis. En esta etapa, la comunicación abierta y los hábitos saludables son claves para que el adolescente viva este proceso con equilibrio. No debemos olvidar que en ocasiones es necesario acompañamiento, asesoramiento y tratamiento médico.
Si observas alteraciones físicas o emocionales que te preocupan, puedes pedir cita con nuestro equipo de especialistas de la Unidad de Pediatría y Medicina de la Adolescencia del hospital Ruber Internacional.
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📧 pediatria.rbi@ruberinternacional.es

Especialista en Pediatría y Medicina del adolescente y adulto joven


