¿Hablamos de la dismenorrea juvenil?

Publicado el 5 de dic. de 2014

Madrid, 05 dic (efesalud.com). El doctor José Casas Rivero, responsable de la Unidad de Adolescencia del Hospital La Paz, nos habla en este vídeoblog de la dismenorrea primaria, una irregularidad frecuente de la menstruación que aparece meses después de la menarquia -primera regla- y que ocasiona, además de dolores físicos intensos, cambios en el estado anímico de las adolescentes.

La dismenorrea primaria se debe a un aumento de los niveles de prostaglandina, responsable de la contracción de la musculatura lisa del útero y del desprendimiento del endometrio, la regla, hasta dar fin al sangrado mensual.

«La mayoría de las mujeres han sufrido dolores al menos una vez en la vida, pero a muchas de ellas les sucede cada periodo, es decir, dos o tres días de cada treinta, lo que significa el diez por ciento del tiempo que dura su fertilidad», cuenta el doctor Casas.

En la dismenorrea juvenil no hay razón alguna o enfermedad que la justifique, por lo que el dolor abdominal, el dolor a la altura de los riñones, el dolor de cabeza, las náuseas, los vómitos, los mareos, la sudoración excesiva, la fatiga, la ansiedad o la irritabilidad, «no son necesarios padecerlos en silencio», expone.

Este diez por ciento de la vida fértil de una mujer no puede estar mortificado por un dolor fácilmente tratable con antiinflamatorios sin esteroides eficaces, como el Ibuprofeno y el Naproxeno, que actúa en pocos minutos y sus efectos duran hasta doce horas.

El especialista en adolescencia indica que «las chicas se los pueden tomar antes de ir a clase, por la mañana, y olvidarse del asunto durante toda la jornada escolar, con lo que se ahorran dar explicaciones a nadie».

La prescripción de anticonceptivos orales, seguros y con escasos efectos secundarios, se efectúa para dolores intensos que no se aplacan con los antiinflamatorios.

«Como las adolescentes saben cuándo van a tener la regla, el fármaco se puede adecuar a su conveniencia, fundamentalmente entre semana y los fines de semana, ajustando las tomas», señala.

Además, con los anticonceptivos el sangrado será menor y, en dos o tres ciclos, el dolor habrá disminuido significativamente cuando no desaparecido totalmente, sin necesidad de tomar otra medicación.

También existen otros tratamientos naturales, a base de Omega-3, que provocan cambios en la composición de los lípidos de la prostaglandina para disminuir el dolor.

El doctor José Casas, lo tiene muy claro: «Aunque la dismenorrea sea un trastorno frecuente y común, no hay que sufrirlo en silencio, que es lo que hacen muchas de nuestras chicas adolescentes. Tiene un tratamiento fácil que el médico sabrá recomendar».