Madrid, 10 dic (efesalud.com). El pediatra y especialista en adolescencia, José Casas Rivero, vídeobloguea acerca del ojo vago, una disminución de la agudeza visual «que obliga a poner un parche en el ojo bueno para que el cerebro estimule al ojo malo», normalmente afectado por estrabismo, cataratas, miopía, astigmatismo o hipermetropía.

«La mayoría de las veces, el trastorno en el ojo vago lo detecta la madre cuando observa que su retoño tuerce uno de los ojos, sobre todo en los momentos de mayor cansancio. Si se descubre a tiempo, antes de los seis u ocho años de edad, el ojo se alineará de nuevo y el tratamiento recuperará la visión normal sin intervención quirúrgica».

Cuando el ojo vago se manifiesta tardíamente, «el problema se soluciona con cirugía, ya sea -indica José Casas- con la reparación del músculo que mueve el ojo o con toxina botulínica», de tal forma que se asegure una dirección correcta en la mirada.

Madrid, 13 sep ( efesalud.com ). El doctor José Casas Rivero entra en la habitación de su hijo para vídeobloguear sobre el regreso al colegio o al instituto de niños y jóvenes después del verano: «enfrentarse de nuevo a la actividad escolar puede resultar estresante y los chavales necesitan un periodo de adaptación».

Si además se cambia de ciclo formativo o de centro educativo, puede aumentar el nivel de nerviosismo, por lo que «es imprescindible el diálogo padres-hijos» para quitar hierro a las dificultades de aclimatación al nuevo curso (integración con los compañeros, personalidad de los profesores, dificultad de los deberes, etc.) y sobre todo para «destacar las cosas buenas» de la escuela: amigos, experiencias y conocimientos, muchas veces muy interesantes».

Adaptar los horarios «enloquecidos» de las vacaciones, dormir el tiempo suficiente, desayunar de forma equilibrada para «obtener un buen rendimiento» o que el padre o la madre les ayuden con sus tareas cuando los chicos regresan a casa, serían otros objetivos «deseables» para iniciar esta nueva etapa con sentido común.

Madrid, 09 jul (efesalud.com). El doctor José Casas Rivero videobloguea rodeado de agua para alertar a los padres sobre el riesgo de ahogamiento en niños y adolescentes en época de verano, con especial atención a los más pequeños que «pueden ahogarse en menos de un palmo de agua», y ofrece algunos consejos: las piscinas privadas y comunitarias deben tener una valla de 1,5 metros de altura, el flotador ideal es el chaleco salvavidas y es recomendable que los niños entre 1 y 4 años aprendan a nadar. La medida más eficaz de prevención: «supervisión» por parte de los papás.